GATO BENGALA

GATO BENGALA:
El bengala es una raza de gato doméstica desarrollada para parecerse a los felinos salvajes exóticos tales como son los leopardos, ocelotes, margays, etc. El gato bengala, fue un resultado fortuito del cruce casual entre un gato doméstico y una hembra gato leopardo (Prionailurus bengalensis). Las primeras tres generaciones que parten teniendo al Felis Bengalensis como uno de los progenitories, se llaman ejemplares fundacionales y son los ejemplares híbridos de este cruce, que fueron utilizando para desarrollar esta raza cruzándolos con gatos domésticos de rasgos moteados, como por ejemplo, el Mau Egipcio, con la finalidad de obtener un gato doméstico con el manto parecido a un leopardo . A partir de la cuarta generación obtenemos ya a un gato de la raza bengalí totalmente fértil y dócil.
En la actualidad no es necesario volver a cruzar un gato de raza bengalí con un Felis Bengalensis, porque la raza bengalí ya ha tenido lugar, y la cría selectiva de los mejores bengalíes es suficiente, para perpetuar y mejorar el manto de esta preciosa raza doméstica.
Es de origen estadounidense, donde en 1963 se cruzó, con intervención humana, un gato doméstico y una gata bengala. Su nombre es el derivado del nombre científico de la madre (Prionailurus bengalensis)
Los huesos del Bengalí son pesados. Son musculosos y su estructura es muy robusta. Es un gato de gran tamaño, con un peso de hasta ocho o nueve kilos en los machos, mientras que las hembras sólo alcanzan entre los tres y cinco kilos. La cola de este felino es gruesa y de tamaño medio con cuartos traseros más elevados.
La cabeza es ancha, redondeada y levemente acuñada y las mandíbulas son fuertes y anchas. La nariz ancha y larga y de piel color teja, perfilada con una delgada línea negra. Las orejas pequeñas, como las del leopardo asiático, ya que se busca fiereza en su aspecto. El bengalí tiene unos ojos dignos de mencionar: su color es amarillo verdoso y su forma es almendrada.
El manto y el pelo del bengalí son los motivos de la creación de esta raza. Su pelo se aplasta sobre el cuerpo y es corto, suave y espeso, a la vez que delicado. Como consejo, es recomendable pasarle un paño por el manto para que el pelo no se quede apelmazado.
Lepardland gato bengali.jpg
El bengalí es una de las pocas razas que puede tener como único tipo de manto el atigrado. El color de base sí que puede variar de tonalidades: marfil, crema, amarillo, dorado y naranja. También puede variar la tonalidad de las manchas del manto, que pueden oscilar entre el negro, el chocolate o el canela. Lo que si es "obligatorio según el estándar" son la punta negra de la cola, las almohadillas plantares y el abdomen, que debe estar moteado.

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